España ha convivido a lo largo de su historia con leyendas o hechos inexplicables pero que de alguna manera la gente ha conseguido mantener viva. Leyendas que marcaron un antes y un después en la península ibérica como la batalla de Clavijo. La batalla de Clavijo se produjo el 23 de mayo de 884 tras un sueño del rey Ramiro I de Asturias, donde se le presenta el Apóstol Santiago, donde le asegura su presencia y seguida de victoria en la batalla contra los moros.
De acuerdo con aquella leyenda, al día siguiente los ejércitos de Ramiro I, animados por la presencia del Apóstol montado en un corcel blanco, vencieron a sus oponentes. El motivo de la creación de esta leyenda habría sido animar a la población a luchar contra los musulmanes, para poder contrarrestar el espíritu de guerra santa con la que luchaban estos y que les conseguía el Paraíso
La primera crónica que cita esta legendaria aparición fue narrada (hacia 1243) por Rodrigo Jiménez de Rada.
Esta leyenda no fue la única en la península ibérica donde se dice que se presentó el Apóstol Santiago subido a su caballo blanco y que anima a entrar en batalla y además asegura victoria. Hubo otra batalla, en la provincia de Jaén, que tuvo menos prensa que la de Clavijo, pero que originó un fervoroso sentimiento hacia la imagen del Apóstol Santiago. Se trata de la Batalla de Lentiscar en Torreperogil.
Estas tierras fueron conquistadas por Fernando III “El Santo” que sometió a los árabes que quisieron quedar por moradores después de la capitulación, al rey de Castilla y León. Los árabes eran un grupo bastante numeroso y vivieron muchos años en la atalaya llamada del “Lentiscar” junto al Pósito, término entonces de la ciudad de Úbeda y que hoy pertenece al término municipal de Peal de Becerro.
Pasado el tiempo éstos se fortificaron en un montículo bastante elevado conocido aún por la «Plaza de Armas» y haciéndose fuertes fue tal su osadía que llegaron a incendiar la ermita de Santiago Apóstol que se levantaba en la vega, en la margen izquierda del río Guadalquivir.
Por la antigua tabla existente en la ermita de Santiago, que más tarde se custodió en la ermita de la Patrona de Torreperogil, tenemos noticias de aquel hecho de armas, y que la noticia de la quema de la ermita llegó a Torreperogil.
EL APÓSTOL SANTIAGO “AVISA” A LOS TORREÑOS Y LES ANIMA A DARLES BATALLA
Después de la quema de la Ermita de Santiago por parte de los musulmanes, empieza la leyenda y que aun hoy los torreños recuerdan, por que forma parte de su historia. Según cuentan, la noche anterior de la batalla, se escuchó por todo Torreperogil una voz sugestiva que todo el mundo percibió animándoles y enardeciendo los ánimos para la lucha. Todos los caballeros armados decidieron presentar batalla y con ellos iba adelantándoles y animándoles con gran arrogancia, un caballero, que cabalgando sobre un caballo blanco les prometía la victoria.
Sigue la leyenda, que después de la victoria en la batalla tratan de averiguar quién de los caballeros presentes había sido el que les llamó madrugar y ninguno de ellos supo dar noticia ni ninguno lo había visto jamás.
Tras esta victoria, surgió un gran sentimiento hacia la imagen del Apóstol Santiago en Torreperogil y nuevamente deciden con la autorización del emperador Carlos V levantar por segunda vez esta ermita. Además de contar con esta autorización obtuvieron la Real Provisión de Carlos I, donde otorga a Torreperogil un singular privilegio para celebrar a perpetuidad en dicha ermita una fiesta anual cada primero de mayo y además costeada con fondos de las arcas municipales.
En 1625 ya con el rey Felipe IV a través de una Real Cédula obligaba a los gobernantes de Torreperogil a socorrer a los peregrinos, a que éstos no fuesen molestados y que además, prosigue esa Real Cédula, se asegurasen los caminos, ríos y puentes por los cuáles ellos pasasen.
Según parece, los torreños principalmente y los habitantes colindantes peregrinaban hacia la ermita de Santiago que se encontraba a quince kilómetros de Torreperogil. Los caminos eran peligrosos con la presencia de ladrones y demás y que tras la petición del pueblo de Torrerogil, el rey Felipe IV decide protegerles para que sigan venerando a la imagen de ese Santiago Matamoros que había en la ermita.
Ha pasado más de 500 años y la romería se sigue haciendo tal como comenzó el primer día, aunque ya no es sufragada por las arcas municipales. En este caso hay una cofradía donde a través de donaciones y actos recaudan dinero para que se siga celebrando esta romería. En el caso y esto es algo que he conocido hoy a través del Ayuntamiento de Torreperogil, que la romería no pudiera ser costeada, sería entonces el ayuntamiento de Peal de Becerro quién se encargaría de organizarla.
Lo dicho, una batalla muy similar a la de Clavijo que en el caso de ésta tuvo lugar en Torreperogil y por lo que se ve con menos prensa. El nacimiento de una leyenda del Apóstol Santiago en esta zona de Andalucía, pone de alguna manera en evidencia a aquellos que están “luchando” por desacreditar a los caminos andaluces que van hacia Santiago. Esto ocurrió hace 500 años, Santiago Apóstol animando a los torreños a luchar en batalla contra los moros, fue en Torreperogil y aquí después de la victoria nació un mito, Santiago Apóstol.
Por Jesús Palacios