Ya en ¡¡Sobrado!! El famoso Sobrado Dos Monxes, auque el agotamiento impera, el sol castiga etc, todo merece la pena cuando pasas un gran pórtico con el sonido de una homilia y un monje te dice ‘Bienvenido peregrino, ¿el camino bien?’.
Y una vez que te registras y te adentras en las piedras de ese edificio..te envuelve la solemnidad y el recogemiento de ese monasterio.
Fueron muchos kilometros, pero se hacen tan agradables cuando entablas conversaciones con gente diferente (un italiano, Manuel el ecuatoriano)…
Te impregnas de esas otras lenguas y culturas que hoy desconoces, que te alivian el dolor y cansanción y hasta te hacen reir dinamizándote el camino.
Hoy Manuel Antonio decidió que sería buena idea hacerse con unos huevos recien puestos y si hubiera en de coger prestadas algunas patatas de huerta ya podríamos comer algo de la tierra…
Disfrutemos hoy de esta preciosidad de monasterio, no todos los días te hospedas en un lugar asi.
¡¡Buen Camino!! Os llevamos en nuestras mochilas